viernes, 10 de mayo de 2013

AUTOEVALUACIÓN

      En esta evaluación hemos trabajado principalmente tres obras; La metamorfosis de Franz Kafka, Pedro Páramo de Juan Rulfo y los poemas de Kavafis. De los tres bloques de contenidos el que más me ha gustado ha sido el de Kavafis. Aunque también tengo que destacar que, a primera vista,  La Metamorfosis me pareció una obra bastante simple y, tras analizarla e interpretarla en clase, me he dado cuenta que esconde un gran contenido de valores que solo se pueden apreciar si ahondamos en su contexto histórico y literario y demás características de la obra.  Por eso, creo que esta asignatura me ha servido para poder mirar las obras literarias desde otra perspectiva con la que sacarles mucho más partido. En cuanto a Pedro Páramo, no es una de mis obras favoritas y es la que menos me ha atraído porque, aunque he intentado entenderla por medio de análisis e interpretaciones, no ha conseguido transmitirme completamente su mensaje. Pero, para mí, lo que más he aprendido con esta asignatura son nuevos métodos de trabajo. Es decir, que al no usar un método estándar, sino que es una asignatura mucho más dinámica en la que los trabajos del día a día tienen más importancia, he tenido que aprender a trabajar de diferente manera.
     En cuanto a los criterios de evaluación, creo que en esta evaluación los valoraría todos positivamente. En lo que a las fuentes de información se refiere, he utilizado variadas fuentes para ampliar mis conocimientos y razonar y argumentar sobre los temas tratados en clase. Me he dado cuenta que para poder dar argumentos sólidos y dar mi opinión acerca de cualquier tema, primero tengo que informarme sobre este. Mi nivel de gramática, ortografía y cohesión creo que es bastante bueno. El hecho de escoger una asignatura como Literatura universal me ha ayudado a fijarme en esos pequeños fallos que tienen que ser remediados e intentado fijarme en ellos para corregirlos. El hecho de que mi cuaderno esté plasmado en un blog lo hace original y creativo. Además me ha servido para poder dominar mejor las TIC y para saber estructurar toda la teoría y todos los conocimientos de manera ordenada. En cuanto al discurso oral y escrito creo que siempre he dado mi opinión en clase y me he involucrado en los debates y las puestas en común. También he escuchado a mis compañeros y he intentado absorber toda la información que estos aportaban. Es verdad que a veces pierdo el hilo de la clase, pero en general, intento estar atenta y concentrada en lo que estamos trabajando.
     En conclusión, desde mi punto de vista, he hecho un buen trabajo en este trimestre y creo que este "esfuerzo" me ha servido para aprender a hacer trabajos y debates correctamente. Además, creo que ahora cada vez que lea un libro, automáticamente voy a indagar más en lo que quiere decir, que es una de las cosas que he aprendido en Literatura universal.

domingo, 5 de mayo de 2013

EL RELATO: RUTINA SOLITARIA

     El castillo de los Willianson, situado en el hermoso estado de Lancashire, era una de las más lujosas y extraordinarias residencias familiares de toda la comarca. Con sus grandes ventanales y su gigantesco lago lleno de cisnes, acordes con la elegancia de tal lugar, parecía que era una de las maravillas del mundo. Sin embargo, no todo es lo que parece y dentro de tan majestuoso e imperial lugar, vivía la única Willianson con vida; Lady Jane Willianson. Una señora de avanzada edad a la que no le faltaba dinero, sin embargo, vivía completamente sola.
     Llevaba una vida de lujo; tenía a su servicio la élite culinaria y los sastres se morían por diseñarle trajes de alta costura, que nunca tendría la ocasión de ponerse ya que apenas salía del castillo. Pero algo curioso hacía que todos los viernes religiosamente e cogiese su carruaje conducido por caballos para dirigirse a la diminuta calle de Hangleton Lane, una calle marginada, sin apenas habitantes, digamos que una callejuela que no era digna de la presencia de Lady Jane. Sin embargo, a las 7 de la tarde Lady, como era más conocida, entraba en la pequeña panadería de los Morrison. Para esa hora, puntualmente le tenían preparada la famosa tarta de manzana, con mermelada por encima y un poco doradita por encargo especial. 
      Un viernes como otro cualquiera, Lady puso rumbo a la panadería Morrison. Jake, el panadero, estaba un tanto nervioso y en la tienda también había una mujer, con gesto expectante y triste a su vez. Lady preguntó por su tarta:
-Buenos días, Jake. ¿Tiene preparada mi tarta?
-Por supuesto, Lady. Sin embargo, esta pobre mujer y yo queremos hacerle una petición. Hoy es el cumpleaños de su hijita y todas las panaderías han cerrado y no tiene tarta de cumpleaños. Yo le he dicho que en el tiempo excaso que disponemos no puedo hacer una de mis tartas. Esta es mi última tarta, es decir, su tarta. Y bueno... le he dicho que primero deberíamos hablar con usted si es tan amable, por un día, de dejarle la tarta a esta pobre mujer.- dijo el panadero nervioso ante la reacción de Lady Jane.
-Por favor señora...Le pagaré el doble si hace falta. Si no me la da mi hija recordará este cumpleaños como el peor de todos para toda su vida...
-¿Está usted diciéndome que después de 25 años comprando la misma tarta hoy no me la va a dar? ¡Ni hablar! Esta tarta es mía y no hay más que hablar. Lo siento señora, habérselo pensado antes y haber encargado una tarta como el resto de mortales.- contestó Lady con mucha rabia.
De hecho, esa tarta era lo único que le quedaba. Era lo único que le quedaba de Charles, el olor de aquel postre que tanto le gustaba le transportaba a aquellos años cuando fueron tan felices, a pesar de que los últimos años fueron muy duros. ¡¿Cómo se atrevían a arrebatarle algo de tanto significado?!. Ellos, jóvenes e inmaduros, no tenían ni idea de lo que aquella tarta significaba y, de hecho, hoy no sería una excepción.
- Por favor señora, se lo pido como un favor especial...Si hace falta mañana le llevaré yo misma una igual a su castillo, pero no puede dejar a mi hijita de tan solo 5 años sin su tarta...Es lo único que le pido.- le rogaba entre sollozos la madre.
- Lady, se que es usted una buena señora. Tiene un buen corazón, por favor, dele la tarta. Esa niña se lo agradecerá el resto de su vida-intentó convencerle el panadero.
- No tenéis ni idea de lo que es sufrir. Esta tarta era encargo mío. ¿El nombre de quién figura? ¡Dígamelo, Jake! ¿El de quién? Sabe usted de sobra que esta tarta de manzana lleva esperándome a mí como cada viernes y es lo que voy a hacer, cogerla y llevármela. Lo siento señora, si de verdad se hubiese preocupado por su hija la habría encargado antes.
   Lady se levantó su voluminoso vestido y se dirigió al mostrador, cogió su tarta y con una rabieta increíble cruzó la puerta de la panadería Morrison. Desde su carruaje oyó a la mujer lamentándose y, por un momento, se imaginó a aquella pequeña criatura sin su tarta de cumpleaños. Aun así, no era razón como para no llevarse la tarta. Aquella tarta era su única cita de la semana, aquella tarta que tantas veces saboreo Charles. Parecía como si aquella tarta le devolviese la vida.
   Cuando llegó a su inmenso castillo se bajó del carruaje y a paso cansado, como su propia vida, se dirigió a la cocina. Cerró los ojos y durante unos minutos se dejó llevar por el olor de la tarta. Los abrió cogió la tarta todavía intacta y la arrojó a la basura. Y así, empezaba la cuenta atrás de las 168 horas para que volviese a vivir, ya que solo aquel olor despertaba algo de vida en ella, el olor de su gran amor Charles, muerto por tuberculosis 7 años atrás.



Cuadro de Jesus Mari Lazkano (Bergara,1991) titulado Gianbolognaren omenez